Lo que inicialmente conocimos como un «April Fools Day» de Volvo, hoy es una realidad. Hace ya unos meses que ZF nos habló por primera vez de la implementación de airbags fuera del vehículo, pero no ha sido hasta ahora cuando hemos podido conocer su funcionamiento en detalle. Y ojo, porque el fabricante pretende equiparlos en los primeros vehículos en un plazo máximo de dos años.
Según la compañía, los impactos laterales son unos de los más frecuentes y peligrosos. Solo en Alemania, representan casi 700 muertes por año, casi un tercio de todas las muertes de pasajeros en accidentes, así que la cosa pinta bien. Al fin y al cabo, estos airbags no están diseñados para proteger tu carrocería, sino para minimizar o amortiguar el impacto de la misma contra objetos o usuarios más vulnerables.
El fabricante alemán ha tardado nada menos que 10 años en completar el desarrollo de estos airbags capaces de desplegarse en 100 milisegundos. Escondidas en los faldones laterales, estas bolsas de aire inteligentes están asociadas a un sistema de sensores de monitorización capaces de percibir todo lo que sucede alrededor del coche. Si determinan que un choque va a producirse de forma inminente, estos se despliegan.
La solución de ZF está cargada de tecnología. Junto con el airbag en sí, la compañía ha desarrollado un conjunto de sensores de radar, cámaras y sensores LiDAR que determinan cuándo se debe activar el sistema. Con vistas a que el sistema triunfe, en ZF han pensado en todo y, para reducir costes, permiten que los sensores que se emplean para este sistema puedan ser los mismos o sirvan como base para otros sistemas de asistencia a la conducción como, por ejemplo, el sistema de mantenimiento de carril.