No tenemos muy claro que está pasando en la cúpula de Porsche en las últimas semanas pero deberían tomar decisiones de manera más consensuada en lugar de ir anunciado las cosas según sople el viento. Hace unos días la firma comunicaba que cesaría la venta de vehículos diésel por una cuestión de «cultural shift» o cambio cultural de su clientela.
Teniendo presente la excusa en la que además se aportaba información interesante en la que dejaban claro que las matriculaciones de diésel para Porsche no suponen grandes números, no entendemos como ahora confirman el lanzamiento del Cayenne diésel como una de las novedades que llegarán al mercado.
Lo que viene siendo «marear la perdiz» es lo que están haciendo en Porsche con la intención de conseguir mejorar una imagen muy dañada por el diéselgate. Los motores trucados utilizados en más de 80.000 unidades han conseguido enfadar a muchos fans y usuarios que tenían plena confianza en la marca.
Anunciado el cese en la comercialización de los diésel parecía claro que podrían dejar a un lado las críticas negativas centrando la atención en los híbridos, automóviles muy bien recibidos precisamente por los que ahora también critican las malas artes practicadas: los ecologistas. Lógicamente estos últimos quieren la menor contaminación posible pero cualquier avance en la materia se mira con buenos ojos.
No tenemos muy claro que ocurrirá con las motorizaciones diésel en la marca dado que un día dicen una cosa y al otro cambian de parecer. Para poder conocer la decisión final tendremos que esperar todavía unas semanas. Quizás con la presentación del nuevo Volkswagen Touareg salgamos de dudas.