Tesla acaba de dar un paso decisivo en su ambiciosa carrera hacia la conducción autónoma, sin embargo, esta carrera para la que parecían estar preparado, no está siendo tan prometedora se había pensado.
El pasado domingo 22, la compañía de Elon Musk puso en circulación sus primeros robotaxis completamente autónomos en la ciudad de Austin. La puesta en marcha del servicio, limitado por ahora a un reducidísimo grupo de usuarios seleccionados por la marca por su “fanatismo”, marca el inicio formal del papel que Tesla quiere jugar en la revolución del transporte urbano sin conductor.
El esperado debut ha quedado rápidamente eclipsado por la apertura de una investigación por parte de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EE. UU. (NHTSA). Apenas tres días después del arranque, el organismo regulador ha iniciado una revisión preliminar para evaluar la seguridad de los vehículos tras el aviso de varias maniobras erráticas.
El inicio limitado de un proyecto grandilocuente
El despliegue inicial de los robotaxis de Tesla no ha sido tan espectacular como se prometía en presentaciones anteriores. Lejos de los futuristas Cybercab sin volante ni pedales que Musk asegura veremos en 2026, los primeros vehículos autónomos circulan bajo condiciones estrictamente controladas: un número reducido de coches, usuarios seleccionados y un área de operación muy limitada, con horarios restringidos entre las 6:00 y las 00:00 horas.
El objetivo es claro: probar, ajustar y validar los sistemas antes de ampliar el servicio y llevarlo a una escala más comercial.
Investigación en marcha por maniobras peligrosas
La NHTSA ha confirmado a través de Bloomberg la apertura de una investigación preliminar tras la publicación de un vídeo que muestra a uno de los robotaxis de Tesla realizando una maniobra peligrosa.
En la grabación, compartida en redes sociales por el analista Rob Maurer, se puede observar cómo el vehículo duda en una intersección, gira en sentido contrario al tráfico y cruza una doble línea continua para corregir su posición.
Aunque el resto del trayecto transcurre sin mayores inconvenientes, este incidente ha sido suficiente para que la agencia federal reaccione. Desde la NHTSA han asegurado que tomarán «medidas firmes» si se comprueba que los vehículos suponen un riesgo para los pasajeros o para el resto de usuarios en la vía.
Aunque Musk ha prometido que los Cybercab completamente autónomos y sin mandos humanos, serán una realidad comercial en 2026, los coches que montan el sistema por ahora tienen mandos, volante, pedales y un supervisor de Tesla en el asiento del copiloto que interviene en caso de que la cosa se ponga “chunga”.
Además de la maniobra errática, hay vídeos en los que se muestra que el coche autónomo excede en varias ocasiones el límite de velocidad.
La guinda del pastel fue cuando el propio robotaxi se detuvo en medio de la carretera porque había una serie de coches de policía aparcados a los lados.
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