Está claro que las marcas de lujo están viviendo unos años muy dulces. Mientras media Europa ve como va desapareciendo poco a poco la clase media, los ricos se van haciendo más ricos. Si echamos un ojo a otras regiones, los millonarios siguen creciendo a buen ritmo y eso implica que la demanda de los artículos de lujo se haya disparado, especialmente en Asia.
Rolls Royce es uno de los fabricantes de automóviles más longevos y posiblemente el de mejor imagen mundial en cuanto a representación del lujo se refiere. Para muchos millonarios es poseer al menos uno es un signo de distinción, elegancia y poder con el que diferenciarse del resto de los mortales.
Para lograr tan buenos resultados Rolls Royce tan sólo ha tenido que basar su oferta en vehículos de corte más dinámico, olvidando al característico chófer que normalmente solía conducirlos. Las plazas posteriores en las berlinas siguen siendo «de infarto» pero en los Dawn y Wraith «la gracia» está en conducirlos.
Japón, Alemania y Estados Unidos han sido los países en los que mejor comportamiento han obtenido mientras que China y Oriente Medio son los lugares en los que más unidades se han entregado. En concreto el concesionario situado en Dubái es el que más ventas logró en 2016.