La movilidad eléctrica en España continúa avanzando, pero aún se enfrenta a retos importantes en el despliegue de la infraestructura de recarga.
Según el último informe de Faconauto, elaborado a partir del Mapa de Puntos de Recarga de REVE, el país cuenta ya con 59.430 puntos de recarga instalados, aunque no todos están operativos ni todos son rápidos, por lo que en muchas ocasiones, no sirven para dar servicio a los viajes de largo recorrido.
Crecimiento sostenido, pero con barreras
Actualmente, 43.559 puntos públicos están en funcionamiento, lo que supone un crecimiento del +7,7% respecto al trimestre anterior y un +35,2% interanual. Sin embargo, el informe revela que el 22% del total de cargadores públicos sigue sin estar operativo, lo que limita el acceso real de los conductores de vehículos eléctricos.
La presidenta de Faconauto, Marta Blázquez, advierte que aunque la infraestructura avanza, “todavía es necesario adoptar medidas concretas que agilicen su despliegue y eliminen las barreras que siguen limitando la electrificación”.
Los retos de la recarga en España
El estudio identifica tres desafíos principales:
- Alta proporción de puntos no operativos (13.072).
- Falta de cargadores de alta potencia, esenciales para los viajes de larga distancia.
- Desigualdad territorial, con comunidades como Madrid, Andalucía y Cataluña a la cabeza, mientras otras regiones avanzan más lentamente.
Actualmente, España dispone de 4.008 puntos de recarga ultrarrápida (más de 150 kW), lo que supone solo el 8,6% del total.
Relación con el parque de vehículos eléctricos
El parque de turismos eléctricos cerró 2024 con 459.225 unidades registradas, superando el objetivo intermedio del PNIEC 2025. La ratio actual es de 10,5 vehículos por cada punto operativo, cifra que baja a 7,7 si se incluyen los puntos no operativos.
Madrid, Andalucía y Cataluña lideran el despliegue
En términos territoriales, las tres comunidades con mayor número de puntos de recarga son:
- Madrid: 9.125 puntos
- Andalucía: 4.676 puntos
- Cataluña: 4.973 puntos
Estas cifras contrastan con la falta de homogeneidad en otras regiones, lo que pone de manifiesto la necesidad de un despliegue equilibrado.