Hoy hemos amanecido con una noticia en la que nos cuentan que Porsche ha lanzado una alarmante advertencia interna a sus empleados: su modelo de negocio tradicional “ya no funciona en su forma actual”.
Estas declaraciones provienen directamente del CEO, Oliver Blume, quien en un correo electrónico interno revelado por Bloomberg, explicó que los aranceles impuestos por EE.UU. y la débil demanda de vehículos eléctricos de la marca están golpeando fuertemente las finanzas de la compañía.
Caída de ventas globales y despidos en el horizonte
En 2023, las ventas globales de Porsche disminuyeron un 3%. Pero el panorama no hizo más que empeorar en 2024, con una caída del 6% adicional en el primer semestre. En respuesta a esta reducción de las ventas la empresa anunció la eliminación de 1.900 puestos de trabajo de aquí hasta 2029, como parte de una serie de medidas de reducción de costes.
Blume fue claro: “Todo esto nos está golpeando con fuerza, más que a muchos otros fabricantes de automóviles”. Esta honestidad refleja la gravedad de una situación que no muestra signos de mejora inmediata.
La gasolina pierde fuerza pero los eléctricos tampoco la ganan
Porsche se encuentra en plena transición hacia la electrificación y aunque en una primera tanda de modelos los resultados no fueron los esperados, ahora parece que las cosas pueden ir a mejor.
El Porsche Taycan, el primer modelo 100% eléctrico, registró una caída de ventas del 49% en 2024, y otro descenso del 6% en la primera mitad de 2025, sin embargo, el nuevo Macan eléctrico ha tenido muy buena acogida, aunque aún es pronto para saber si podrá salvar los muebles de toda la casa.
A este panorama de incertidumbre hay que sumarle que dos de los modelos de la marca, Cayman y Boxster dejarán de fabricarse este mismo año. Las versiones eléctricas de los nuevos Boxster y Cayman no llegarán hasta 2026.
EE.UU. resiste pero las ventas de China colapsan
El único mercado que parece ofrecer algo de estabilidad es el de EE.UU. y Canadá, donde Porsche logró aumentar las entregas un 1% en 2024 y un 10% en la primera mitad de 2025. El problema en este mercado ahora radica en el aumento de precios de hasta un 3,6% en algunos modelos para hacer frente a los aranceles.
En China, la situación es crítica: las ventas se desplomaron un 28% en 2024 y repitieron esa caída en lo que va de 2025. Porsche atribuye esta debacle a las condiciones adversas del mercado y a la feroz competencia de marcas locales que ofrecen vehículos eléctricos más accesibles.
¿Una nueva estrategia de Porsche?
La marca de Stuttgart se ha visto obligada a replantear su futuro. El objetivo de que los EV representen el 80% de sus ventas para 2030 ha sido descartado oficialmente. Porsche ahora estudia lanzar versiones a gasolina de modelos originalmente diseñados para ser eléctricos e incluso está considerando lanzar un nuevo SUV a combustión por debajo del Cayenne, aunque este no llegaría antes de 2030.
El esperado Cayenne eléctrico se presentará en los próximos meses, pero su éxito es incierto y todavía habría que ver si el buen inicio del Macan EV se prolonga más allá del lanzamiento.