Porsche ha confirmado un cambio de rumbo clave en su estrategia hacia la electrificación. La firma alemana mantendrá las opciones de motor de combustión en las versiones más potentes del próximo Porsche 718 Boxster y 718 Cayman, rompiendo con los planes de electrificación total que había proyectado para estos modelos deportivos.
El anuncio llega acompañado de un cambio radical en la hoja de ruta de la compañía, que también implica el abandono del desarrollo del SUV eléctrico K1, que iba a posicionarse por encima del Porsche Cayenne.
Un giro estratégico en Porsche
Oliver Blume, CEO de Porsche, explicó a los inversores el pasado 19 de septiembre que la compañía está aplicando una “realineación estratégica” motivada por la caída en la demanda de vehículos eléctricos premium y por la desaceleración del mercado de lujo en China.
“Hemos visto una clara caída en la demanda de coches eléctricos de alta gama, y lo estamos teniendo en cuenta”, afirmó Blume.
La decisión le costará a Porsche unos 1.800 millones de euros, tras cancelar la plataforma SSP Sport del Grupo Volkswagen, que iba a sustentar al K1 y a futuros reemplazos eléctricos del Panamera y el Taycan.
Motores de combustión hasta bien entrada la década de 2030
El CEO confirmó que tanto el Porsche Cayenne como el Porsche Panamera recibirán renovaciones muy profundas en sus versiones de combustión e híbridas enchufables, garantizando su presencia en el mercado “bien entrada la década de 2030”.
Además, el futuro Porsche K1 no será totalmente eléctrico como se planeaba en 2022, sino que se ofrecerá con motores de combustión e híbridos enchufables, sin fecha exacta de lanzamiento.
Nuevos SUV y flexibilidad tecnológica
La marca también prepara el lanzamiento de un SUV derivado del Audi Q5 de tercera generación que usará la arquitectura Premium Platform Combustion (PPC). Será el primer modelo de producción de Porsche con tracción delantera y convivirá en el mercado junto al Porsche Macan Electric.
Este cambio de rumbo contrasta con los planes iniciales de la marca de que el 80% de sus ventas globales fueran eléctricas para 2030. Ahora, la estrategia combina motores de combustión, híbridos enchufables y eléctricos para cubrir todos los segmentos y tipos de cliente.
Impacto financiero y perspectivas
Las dificultades en China, el aumento de aranceles en Estados Unidos y la caída en la demanda de eléctricos redujeron el margen de beneficio neto previsto de Porsche a solo 2% en 2025. Sin embargo, la compañía espera recuperar un margen superior al 10% en el medio plazo gracias a la llegada de nuevos productos.
Porsche 718 Boxster y Cayman: ¿Qué podemos esperar?
Aunque no se han revelado detalles concretos, todo apunta a que las variantes con motor de combustión de la nueva generación de Porsche 718 estarán reservadas para las versiones más radicales, como los RS y GT4 RS, mientras que las opciones de acceso más económicas serán eléctricas.