El CEO de Mercedes-Benz, Ola Källenius, ha lanzado una advertencia contundente: si la Unión Europea mantiene la prohibición de vender nuevos vehículos con motor de combustión interna a partir de 2035, la industria automvilística europea se encamina a un colapso total.
En una entrevista con el diario económico Handelsblatt, el directivo afirmó que “necesitamos un dosis de realidad” y pidió que la descarbonización se lleve a cabo de forma “neutral en cuanto a tecnologías”, sin poner en riesgo la economía y el empleo.
La posición de Mercedes frente a la electrificación total
En 2021, Mercedes-Benz se comprometió a dejar de vender vehículos con motor de combustión “cuando las condiciones del mercado lo permitieran” hacia finales de la década. Sin embargo, los datos actuales muestran que la transición hacia los vehículos eléctricos avanza mucho más lento de lo previsto:
- En el primer semestre de 2025, solo el 17,5% de las ventas en la UE, Reino Unido y países del EFTA fueron de coches 100% eléctricos.
- Los híbridos enchufables representaron un 8,7% del mercado.
- Los híbridos convencionales, incluyendo mild-hybrids, llegaron al 35%.
En el caso de Mercedes-Benz, los eléctricos puros apenas supusieron el 8,4% de sus entregas globales en el primer semestre de 2025, cifra inferior al 9,7% registrada en el mismo periodo de 2024.
El riesgo de un “efecto avalancha” antes del veto
Källenius advierte que, si se mantiene el veto para 2035, se producirá una compra masiva de coches de gasolina y diésel antes de la fecha límite, algo que “no ayuda al clima en absoluto” y podría desestabilizar aún más al sector.
El también presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) teme que el mercado no esté preparado para alcanzar el objetivo de 0 g/km de CO₂ en tan poco tiempo, y propone incluir opciones híbridas y combustibles sintéticos como parte de la estrategia de descarbonización.
La normativa de 2035 no es definitiva. La Comisión Europea tiene previsto revisarla en los próximos meses, aunque en marzo reafirmó su compromiso con la reducción total de emisiones y anunció que acelerará la revisión de los estándares de CO₂.
Expertos del sector señalan que, dada la resistencia política y empresarial, es posible que se flexibilice el calendario o que se permita la venta de híbridos enchufables más allá de 2034.