Volvo Cars ha reconocido que había subestimado las posibilidades de éxito de su oferta híbrida en ciertos países y, en términos generales, habían previsto una producción muy inferior a la que realmente necesitaban para abastecer la demanda y es algo que les está costando muchos clientes.
Según parece Volvo podría estar vendiendo alrededor de un 20-25% más en algunos países si hubieran unidades disponibles. Sabiendo que se han quedado cortos esperan tener solucionados los problemas antes de que termine el año aumentando la producción de varios modelos.
A los híbridos ya comercializados en las gamas V60, V90, S90, XC40, XC60 y XC90, este año también se unirán las variantes micro-híbridas con apellido «B» en los XC60 y XC90 que permitirán llegar a más personas al tener precios notablemente más contenidos.
Solo el año pasado Volvo comercializó más de 26.800 unidades de sus Plug-In en Europa, un dato que supone un incremento del 67,5% en comparación con los registros obtenidos en el ejercicio anterior (2017). Con los XC40 y el nuevo V60 en juego este 2019 será muy importante para los productos más «verdes» del fabricante sueco.