Las políticas medioambientales son necesarias, pero no deberían ser tan radicales. Al fin y al cabo, las vamos a pagar nosotros mismos de nuestros ya de por si maltrechos bolsillos. Como te contábamos recientemente, hace unas semanas la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo se puso seria con los vehículos de combustión interna.
Dicha Comisión aprobó la prohibición de la venta de coches nuevos que emitan gases contaminantes en los países miembros de la Unión Europea a partir de 2035. Inicialmente se había establecido esta prohibición en 2040, parece que ahora hay cierta prisa para reducir el consumo de combustibles fósiles así como de importar petróleo y gas de países terceros.
Quedaba un hilo de esperanza, ya que el resultado debía ser ratificado por el Parlamento Europeo. Por desgracia, definitivamente el 29 de junio de 2022 marca el principio del fin del motor de combustión interna en la Unión Europea. Los ministros de medio ambiente de los 27 países han acordado firmar la orden de ejecución de los vehículos de combustión.
Adiós a la combustión interna en 2035
Han sido necesarias más de 16 horas de negociaciones para llegar a un acuerdo. La reunión, celebrada en Luxemburgo, estuvo centrada en las formas de combatir el cambio climático en el seno de la Unión Europea. Por suerte, la prohibición se refiere estrictamente a las ventas de automóviles y furgonetas nuevos propulsados por motores de gasolina y diésel.
Esto parece dejar fuera, al menos por ahora, a los e-fuels o combustibles sintéticos, pero no cantemos victoria tan rápido. De momento, «el Consejo ha acordado introducir un objetivo de reducción de emisiones de CO2 del 100% para 2035 para automóviles y furgonetas nuevos«.
Técnicamente hablando, la prohibición de 2035 exige una reducción total de las emisiones, sin mencionar el motor de combustión. Como estás imaginando, este va a ser un duro golpe que va a afectar a la industria del motor, así como a sus clientes. Lo creamos o no, estas tecnologías que quieren imponernos, encarecerán el precio de los coches nuevos notablemente.
Y eso no es todo, antes de la fecha límite, los fabricantes de automóviles también tendrán que reducir las emisiones de CO2 en un 55% para los autos nuevos y en un 50% para las furgonetas de cara a 2030. Esta decisión se ha tomado como parte del paquete ‘Fit for 55’ para lograr la neutralidad de carbono para 2050.
Sin duda alguna, esto solo pondrá una complicación más a venta de coches nuevos. Por el momento no se han puesto obstáculos al uso de los coches de gasolina y diésel que ya circulan por nuestras carreteras, aunque entendemos que esto podría empeorar.
En un futuro, la misma UE podría prohibir su circulación en una fecha más lejana o incluso chantajear con unos impuestos que eleven los hidrocarburos a cifras insostenibles. También debes saber que los incentivos para vehículos de cero y bajas emisiones (ZLEV) dejarán de existir a partir de 2030.