El nuevo sedán Volvo S60 -que se lanzará más adelante esta primavera- será el primer Volvo que se producirá sin un motor diesel, lo que destaca el compromiso de Volvo Cars con un futuro a largo plazo más allá del motor de combustión tradicional.
Sin duda alguna es un buen paso hacia delante pues según la marca, todos los modelos nuevos lanzados a partir de 2019 estarán disponibles como un sistema híbrido gasolina presumiblemente de 48V, un sistema híbrido enchufable o un híbrido de gasolina convencional.
Probablemente esta sea la estrategia de electrificación más completa de la industria y Volvo Cars fue la primera en realizar una electrificación total en julio de 2017.
El nuevo S60 que según la marca conoceremos dentro de muy poco es un sedán deportivo mediano que estará basado en la arquitectura escalable de producto (SPA) que también emplean modelos de la Serie 90 y Serie 60 de la compañía.
El nuevo S60 estará disponible inicialmente con una gama de motores de gasolina Drive-E de cuatro cilindros, así como con dos versiones híbridas enchufables de gasolina. Los sistemas híbridos de 48V llegarán tras su lanzamiento.
La producción del nuevo S60 comenzará este otoño en las nuevas instalaciones de fabricación de Volvo Cars en las afueras de Charleston, Carolina del Sur. La planta de Charleston será la única ubicación de fabricación para el nuevo S60, lo que significa que los S60 construidos en Estados Unidos se venderán en los EE. UU., algo que seguro que le encanta a Trump.