En apenas cien días de funcionamiento efectivo y sancionando, el radar fijo instalado por la Dirección General de Tráfico (DGT) en la carretera AL-3117, a la altura del paraje El Mamí en dirección a La Juaida, se ha convertido en el dispositivo más sancionador de toda la red viaria de Almería.
Desde que comenzó a multar el pasado 21 de febrero, ha generado un total de 11.377 denuncias por exceso de velocidad, cifra que lo sitúa muy por encima del resto de cinemómetros fijos y móviles en la provincia.
Este radar, que cuenta con una limitación de 50 km/h en una vía de tránsito medio con picos de hasta 15.000 vehículos diarios, fue precedido por una fase informativa sin sanciones durante su primer mes de instalación. Sin embargo, el impacto tras la activación de las multas ha sido inmediato. Solo en marzo se registraron casi 4.000 infracciones, una media diaria de más de un centenar.
Si tenemos en cuenta que en 100 días ha denunciado a 11.377 vehículos, probablemente, tras un año de uso se sitúe entre uno de los cinemómetros fijos que más sanciones prescribe de toda España. Para que te hagas un idea, para esta en el Top 10 de radares que más multan en España debe denunciar a más de 33.000 vehículos.
Seguridad vial y efecto disuasorio
Desde la Jefatura Provincial de Tráfico en Almería se subraya el valor preventivo del dispositivo. De acuerdo con los datos de siniestralidad facilitados por el organismo, no se ha producido ningún accidente con víctimas en el tramo desde su activación, en contraste con los 11 siniestros registrados en 2024, que incluyeron un fallecimiento.
La elección del emplazamiento no fue aleatoria. Según fuentes de la DGT, se trata de una zona con historial de siniestralidad relevante, donde el exceso de velocidad ha sido un factor concurrente en numerosos accidentes. El radar de El Mamí fue uno de los 24 nuevos dispositivos incorporados a la red nacional el pasado enero.
Tecnología y normativa más estricta
El despliegue de nuevos radares se enmarca en un contexto de endurecimiento de la normativa de tráfico, que ha eliminado márgenes tolerantes para adelantar, reducido límites en zonas urbanas y penalizado el simple uso de dispositivos detectores de radar. A nivel nacional, se prevé la instalación de otros 122 radares antes de finalizar 2025, en una estrategia orientada a reducir la velocidad media y, con ello, la gravedad de los siniestros viales.
Según datos del Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC), una disminución de 1 km/h en la velocidad media podría evitar más de 2.000 muertes anuales en las carreteras europeas. En este contexto, dispositivos como el de El Mamí representan un frente avanzado en la lucha contra la siniestralidad.