En cuestión de unas semanas se presentará en sociedad el nuevo Volkswagen Jetta GLi, una opción equivalente al Golf GTi por mecánica y puesta a punto pero sobre la carrocería más familiar de la berlina compacta. Hasta que sea presentado el Pack R-Line será la opción más dinámica y deportiva.
Como todos los R-Line que se comercializan alrededor del mundo, el toque más agresivo le ha sentado muy bien al soso Jetta que en esta última entrega peca de ser demasiado simple. Los nuevos paragolpes más envolventes, las llantas de aleación más generosas en tamaño y los faldones laterales consiguen añadir un poco de pimienta al conjunto.
En el interior también hay pequeñas novedades aunque aquí se mantiene bastante sobrio. Estrena tapizados, pedales de aluminio en opción, volante forrado en piel, pomo del cambio R-Line, apliques en negro lacado para la consola central, guarnecido de techo en negro, etc.
El equipamiento de serie dependerá del mercado en el que sea comercializado, no así la mecánica inicial que se limita al 1.4 TSI de 150 CV en combinación con la caja de cambios automática de ocho velocidades. Una vez salga el GLi el nuevo Jetta tendrá una alternativa realmente rápida gracias al motor 2.0 TSI de 220 CV.