La ambiciosa apuesta de Tesla por la conducción autónoma total ha dado un giro inesperado. La reciente presentación del servicio Robotaxi en Austin, Texas, que prometía revolucionar la movilidad urbana, terminó provocando una demanda colectiva por parte de muchos accionistas que acusan a Elon Musk y a Tesla de ocultar fallos de seguridad críticos en la tecnología.
¿Qué pasó con el Robotaxi de Tesla?
Según algunas fuentes, los vehículos Robotaxi han sido vistos realizando maniobras peligrosas como excesos de velocidad, invasiones de carriles, frenadas imprevistas, y dejando pasajeros en zonas peligrosas en medio del tráfico. Estos incidentes fueron reportados por The Economic Times y desencadenaron una caída del 6% en el valor de las acciones de Tesla.
Los accionistas aseguran que Musk infló deliberadamente las expectativas sobre la viabilidad del Robotaxi, presentándolo como una solución escalable y segura. En una declaración del 22 de abril, Musk afirmó que Tesla estaba “enfocada al 100% en lanzar el Robotaxi en Austin en junio”, con una promesa de expansión masiva a otras ciudades. La realidad, según los demandantes, dista mucho de esas declaraciones.
Acusaciones de fraude y ocultamiento
La demanda, presentada como una acción colectiva, acusa a Musk y a Tesla de fraude de valores. Los demandantes afirman que la empresa ocultó los riesgos fundamentales sobre la seguridad del servicio, afectando directamente al valor de las acciones. Alegan que el programa Robotaxi representa un riesgo significativo para la seguridad pública y podría estar infringiendo leyes de circulación.
Además, señalan que Tesla aún no cuenta con la aprobación regulatoria para operar vehículos completamente autónomos en estados como California.
Musk no se detiene: ¿realidad o humo?
A pesar de los incidentes y la presión legal, Elon Musk sigue proyectando confianza. En la última conferencia de resultados de Tesla, aseguró que “la mitad de la población de EE.UU. estará cubierta por el Robotaxi para finales de año”, restando importancia a los desafíos técnicos y legales.
Aunque la conducción autónoma sigue siendo el «Santo Grial» de la industria automovilística, Tesla podría estar pagando un alto precio por prometer más de lo que puede cumplir hoy en día, aunque lo mejor es esperar a ver que pasa.