La quinta generación del Toyota Supra ya está aquí. El Salón del Automóvil de Detroit 2019 ha sido testigo del debut de un automóvil deportivo en su forma más pura, sin compromisos que disminuyan el placer de la experiencia de conducción. El ingeniero en jefe Tetsuya Tada se ha adherido a la forma clásica de un motor de seis cilindros en línea, montado en la parte delantera y a la más que amplia colaboración de BMW para dar a luz su nuevo deportivo.
Lo mismo ocurre en el interior, donde confort, tecnología y deportividad se dan la mano. Está claro que han cambiado muchas cosas desde que viéramos aquél Toyota Supra MK4 en 1994 y esta comparación visual únicamente es para que juzguéis por vosotros mismos cuánta esencia del modelo se ha respetado 25 años después.
Al fin y al cabo, según afirma la marca, los entusiastas de la conducción pueden esperar una combinación estimulante de potencia, agilidad y precisión en el manejo gracias a un diseño capaz de aunar una corta distancia entre ejes, un peso ligero, un bajo centro de gravedad y una estructura altamente rígida.