Lo prometido es deuda y tal y como os dije en la primera parte, os ofrecemos un resumen de las 6 generaciones del Chevrolet Corvette.
1.ª generación (C1): 1953-62
El Corvette se ganó su reputación como líder en tecnología, diseño y prestaciones desde el momento en que se presentó su prototipo estilizado con carrocería de fibra de vidrio en la exposición Motorama que General Motors organizó el 17 de enero de 1953 en el hotel Waldorf Astoria de Nueva York. La producción comenzó seis meses después y fue el primer coche con carrocería de fibra de vidrio fabricado a gran escala. Además de ser más ligera que el acero, lo que contribuía a mejorar la relación potencia-peso del coche, la fibra de vidrio permitía un diseño más flexible para su curvilínea carrocería, que se podía moldear con una prensa de acero convencional.
El estilo evolucionó notablemente durante la primera generación del Corvette, pero se fijaron muchos rasgos de diseño que con el tiempo pasarían a formar parte de su ADN, como la alargada relación eje-pilar A, los faros traseros dobles y redondeados y el interior con estilo de cabina doble. Todos los modelos de la primera generación eran descapotables.
Los aficionados suelen referirse a los Corvette de primera generación como modelos de «eje trasero rígido», ya que usaban una arquitectura modificada de turismo de Chevrolet con un eje trasero motriz. Durante los dos primeros años, el Corvette llevó un potente motor de seis cilindros en línea de Chevy, apodado «Blue Flame» (llama azul). El emblemático V-8 de bloque pequeño llegó al coche durante el tercer año de producción.
2.ª generación (C2): 1963-67
El Corvette de segunda generación, apodado Sting Ray en honor a un concept car de carreras que influyó en su desarrollo, supuso una revolución en cuanto a diseño, tecnología y prestaciones. Si bien el Corvette de primera generación se basaba en una plataforma de sedán modificada, la segunda generación contaba con una arquitectura específica diseñada a medida. El centro de gravedad era más bajo, al igual que la posición de los ocupantes, que era más deportiva, al tiempo que permitía usar una nueva suspensión trasera independiente que mejoraba enormemente el agarre al asfalto.
La novedosa arquitectura del Corvette también dio lugar a la distintiva «luneta trasera dividida» con un innovador estilo de carrocería de coupé. Muchos consideran al Corvette del 63 como uno de los coches más bellos en la historia de la automoción. El término Sting Ray, que significa pez raya, se debe a la «espina dorsal» que recorre el centro de la carrocería, dividiendo en dos partes la luneta trasera. El Corvette C2 también presentaba faros delanteros retraíbles, que sería seña de identidad del modelo durante los siguientes 41 años.
La incorporación de una versión coupé a la gama del Corvette dobló las ventas en los siguientes años, ya que era más práctico para los conductores que vivían en lugares más fríos. Por otra parte, la nueva estructura del bastidor y el sistema de suspensión independiente convirtieron al Corvette en un coche deportivo de primera clase.
3.ª generación (C3) – 1968-82
La tercera generación del Corvette fue la más duradera, y el coche evolucionó considerablemente durante una época convulsa para la industria del automóvil. Se presentó en 1968 con el nombre Stingray (una sola palabra, en lugar de las dos de la segunda generación), aunque los aficionados suelen llamar «tiburón» a este modelo, debido a su estilo agresivo. Se identifican al instante por el prominente diseño de sus abultados pasos de rueda y su enorme “morro” delantero, que le confiere una exagerada sensación de movimiento. Entre sus elementos tradicionales de diseño se mantienen los faros delanteros retraíbles y los faros traseros dobles.
Desde el punto de vista de las prestaciones, la generación C3 tuvo un carácter de transición. Al principio de la generación, eran muy populares los motores de bloque grande de 435 CV, pero durante los siguientes años se introdujeron cambios en la potencia debido al uso de combustible sin plomo, a mayores restricciones en cuanto a emisiones y a nuevas actitudes por parte de los consumidores. En 1975, el bloque pequeño 350 de serie solo alcanzaba 165 CV, alrededor del 20% menos que el bloque pequeño original de 195 cv usado en 1955.
Aunque el Corvette había perdido potencia, los ingenieros siguieron trabajando en la tecnología y ampliando su legado de materiales avanzados, en especial los materiales compuestos de la carrocería. Pasaron de la fibra de vidrio convencional a las láminas compuestas moldeadas (SMC), que daban como resultado paneles de carrocería mejor acabados, lo que simplificaba el trabajo previo a la pintura. Desde 1973, todos los Corvette han usado paneles de SMC, si bien la composición del material ha cambiado drásticamente, con menos fibra de vidrio tradicional y usando otros materiales más plásticos ligeros y elásticos a fin de evitar las grietas.
A pesar del cambio en cuanto a prestaciones, el Corvette de tercera generación gozó de una popularidad sin precedentes. Las 58.307 unidades vendidas en 1979 siguen siendo el récord anual de ventas del Corvette.
Fuente: Chevrolet
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