La industria automovilística europea está experimentando una transformación radical y también una de sus mayores crisis.
En un entorno inundado por un futuro que sólo parece hablar de electrificación, las restricciones medioambientales y la presión competitiva global, los fabricantes europeos están al borde del colapso y los propios consumidores, sucumbiendo a la tentación china.
En este contexto, Chery Automobile, uno de los mayores fabricantes chinos, ha decidido entrar en Europa de forma contundente, con una estrategia que va mucho más allá del simple desembarco comercial. Lo hará mediante una ofensiva sin precedentes, con una constelación de marcas: Chery, Omoda, Jaecoo, Exlantix, Lepas, Jetour, iCaur y EBRO, con el objetivo claro de superar a los fabricantes europeos en diseño, tecnología, eficiencia y sobre todo y lo más importante, en precio.
Un despliegue sin precedentes en Europa
Chery ha dejado atrás el enfoque de marca única. En su lugar, ha diseñado una estrategia multinivel con diferentes firmas orientadas a nichos y públicos muy definidos.
Esta segmentación permite a Chery atacar el mercado europeo con una propuesta altamente especializada, capaz de adaptarse tanto al cliente urbano como al premium, al usuario familiar como al profesional.
Europa, y especialmente el sur del continente, será uno de los grandes focos. Chery ya ha iniciado operaciones en países como España, Italia y Alemania, y está desarrollando redes de distribución, postventa y centros de innovación localizados. A diferencia de otros fabricantes asiáticos, no busca simplemente vender: busca integrarse.
Las marcas que protagonizan la expansión
Chery: el sello matriz
La marca original servirá de referencia para modelos equilibrados, tecnológicamente avanzados y con acabados de alta calidad. La gama incluirá SUV, berlinas y compactos con motorizaciones híbridas y eléctricas, apostando por una experiencia de conducción moderna y conectada.
Omoda: diseño para la nueva generación
Omoda representa la visión más joven y disruptiva del grupo. Con modelos como el Omoda 5, esta firma apuesta por una estética audaz, interiores digitales y una experiencia de usuario centrada en la conectividad.
Jaecoo: el SUV refinado
Jaecoo apunta alto en el segmento SUV con vehículos que combinan estética, capacidades todoterreno y acabados de calidad. Está posicionada como una alternativa con un precio y un equipamiento difícil de igualar.
Exlantix: movilidad eléctrica premium
Exlantix es la marca eléctrica de alto rendimiento del grupo. Todos sus modelos serán cero emisiones, construidos sobre plataformas nativas para vehículos eléctricos, con software propio y autonomías que rivalizan con los mejores del mercado.
Lepas: funcionalidad eléctrica
Lepas nace para revitalizar el monovolumen desde una óptica moderna. Sus vehículos serán espaciosos, modulares y 100% eléctricos, diseñados para satisfacer las necesidades de familias y servicios de transporte con una movilidad limpia y eficiente.
Jetour: el acceso inteligente
Jetour será la marca más accesible del ecosistema Chery. Con una gama compuesta por SUV urbanos, crossover y vehículos de enfoque familiar, ofrece una excelente relación entre calidad, equipamiento y precio. Ideal para quienes buscan el máximo valor sin comprometer la tecnología.
iCaur: el futuro de la ciudad
iCaur será la apuesta más radical del grupo: soluciones de micromovilidad urbana, biplazas eléctricos y propuestas específicas para movilidad compartida. Es la visión de Chery para el entorno urbano de 2030.
EBRO: el socio europeo
Una de las claves más llamativas de la expansión de Chery es la resurrección de la histórica marca EBRO. En alianza con empresas españolas y con el respaldo de Chery en ingeniería, EBRO renace con sede y producción en España. Se centrará en vehículos industriales ligeros y SUV, aprovechando la herencia local y la tecnología china.
EBRO es más que una marca: es el puente entre Asia y Europa. Permitirá a Chery ganar aceptación local, generar empleo y posicionarse como un fabricante europeo más, aunque con capital y tecnología china. Se fabrica en la antigua planta de Nissan en Barcelona, lo que también refuerza su componente estratégico.
¿Por qué Chery puede superar a los fabricantes europeos?
Chery no solo compite en precio, como hace una década. Ahora lo hace en calidad de construcción, experiencia digital, autonomía eléctrica, conectividad y diseño. Sus plataformas modulares, su dominio en baterías y su capacidad de producción a escala masiva hacen que pueda ofrecer vehículos que igualan —o superan— en equipamiento a los de marcas europeas consolidadas, pero con precios hasta un 30% inferiores.
Además, su velocidad de desarrollo es abrumadora. Mientras algunos fabricantes europeos tardan cinco o seis años en desarrollar un nuevo modelo, Chery puede hacerlo en menos de tres. Su flexibilidad industrial y su mentalidad orientada al software les da ventaja en un mundo donde la tecnología importa tanto como la mecánica.
Aunque pueda parecerlo, Chery no nos ha pagado por este contenido, sino que este surge de una duda que nos planteamos hace unos días, ¿cuándo compraremos nuestro primer coche chino?