El vehículo de prueba de BMW Group «Power BEV» presentado durante #NEXTGen explora lo que es técnicamente posible en el entorno de la movilidad eléctrica. Sobre la base de un Serie 5, BMW ha equipado un sistema cuya potencia máxima es de 530 kW/720 CV. Esto permite acelerar al prototipo de 0 a 100 km / h cómodamente en menos de tres segundos dejando a cualquier BMW M en ridículo.
El equipo de desarrollo está interesado las dinámicas del futuro modelo derivado.
Los ingenieros de chasis y tren motriz trabajaron de forma conjunta para maximizar su rendimiento. La clave radica en que los motores eléctricos se controlan por separado. Esto se puede utilizar para impulsar la propulsión incluso en maniobras de conducción extremadamente dinámicas.
Los resultados son más efectivos y más precisos gracias a un diferencial de deslizamiento limitado que permite detectar diferencias de rotación entre las ruedas que traccionan.
El sistema incluye tres unidades de accionamiento de quinta generación, cada una de las cuales está asociada con un motor eléctrico y a la electrónica de potencia asociada. Uno está montado en el eje delantero y dos (una unidad de doble accionamiento) en el eje trasero.
Curiosamente, el sistema está libre de tierras raras.
Un motor eléctrico de este tipo hará su debut en un modelo de producción en el BMW iX3. Sin embargo, el iX3 solo tendrá un motor, en lugar de tres.