Ya os hemos comentado en alguna ocasión la importancia que tiene una buena lubricación y un correcto suministro de combustible en un Fórmula 1 pero en determinados circuitos el factor lubricación-combustible-motor es vital.
En los 7.004 metros que mide el circuito de Spa Francochamps, las condiciones climatológicas son realmente cambiantes y podemos encontrarnos con que la mitad del circuito tiene el asfalto mojado y la otra mitad lo tiene seco así que las gomas son importantes. También lo es la aerodinámica ya que en este circuito nos encontramos con que la velocidad media es la segunda más alta del campeonato (226 km/h), justo por detrás de Italia (236 km/h).
El piloto tiene que mantener la concentración a muy altos niveles debido en parte a la severidad del circuito, sus altas velocidades y sus zonas lentas.
Pese a haberos dicho que las gomas, la aerodinámica y el piloto son importantes en esta carrera, lo que no puede fallar es el motor y en este Gran Premio resulta complicado puesto que se le exigen grandes velocidades y aceleraciones que lo suelen calentar en exceso.
El motor debe rendir como en ningún otro circuito ya que durante la carrera, el mismo está expuesto a condiciones extremas y a altas temperaturas. El lubricante “multi-tarea” está diseñado para controlar la temperatura del motor y evitar que el calor tenga un efecto perjudicial.
Generalmente, la capacidad de un aceite para enfriar y lubricar se pasan por alto, sin embargo los pistones de un F1 pueden llegar a temperaturas cercanas a los 300 ºC.
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