La hoja de ruta de Volvo es sin duda alguna, clara y contundente. Desde hace años, el fabricante sueco nos ha insistido en repetidas ocasiones su objetivo de que en un futuro no muy lejano, ningún propietario de Volvo fallezca o resulte gravemente herido en un accidente en uno de sus coches nuevos. Además de esto, hace meses el fabricante anunció que sus modelos estarían limitados a 180 km/h para evitar la tentación de que sus propietarios puedan sobrepasarse en exceso con la velocidad -además de que no es necesario ni siquiera alcanzar esas velocidades, sus rivales premium cuentan con limitaciones muy superiores-.
Por si no fuera suficiente, gracias a Automotive News Europe, el fabricante sólo ofrecerá modelos eléctricos en menos de 10 años.
Según el citado medio, Hakan Samuelsson -Director Ejecutivo de Volvo Cars- le confirmó al Financial Times que el futuro de la marca será 100% eléctrico en 9 años. Si esto es cierto, Volvo cumpliría con las recomendaciones gubernamentales en materia de emisiones mucho antes de lo que las autoridades han fijado como fecha límite para la «prohibición» de la venta de modelos con motores de combustión en algunos países.
Según el citado medio, el último modelo de la marca sueca que contará con un motor de combustión probablemente sea el XC90 de próxima generación y, para 2030, la marca solo venderá modelos de «0 emisiones».
Si echamos un vistazo a los planes de Volvo. A día de hoy el fabricante puede presumir y es que no solo ha logrado cumplir de sobra con su cupo de emisiones –el cual vende a otros fabricantes– sino que actualmente el 20% de las ventas mundiales corresponde a coches electrificados. Volvo quiere que para 2025, este porcentaje se eleve hasta el 50%.
Durante una entrevista a principios de este año, Samuelsson declaró que quiere que Volvo sea completamente eléctrica antes de que los gobiernos lo hagan obligatorio y parece que van por buen camino…