Hace unas semanas os comenté que Slate, una marca creada con dinero de Jeff Bezos, había lanzado al mercado automovilístico una propuesta radicalmente distinta.
Slate, la nueva marca automovilística presentó un modelo económico, algo que el mercado parecía haber olvidado.
La respuesta ha sido impresionante y es que se han registrado más de 100.000 reservas en solo dos semanas para su primera pickup eléctrica asequible.
Este volumen de reservas, cada una con un depósito reembolsable de 50 dólares, le ha permitido a Slate recaudar más de 5 millones de dólares en apenas 14 días, lo que deja claro que existe una demanda más que clara y fuerte de vehículos eléctricos sencillos, funcionales y económicos, un nicho actualmente desatendido en el mercado.
Una pickup eléctrica por menos de 25.000 dólares
El modelo estrella de Slate, aún sin nombre definitivo, ha sido diseñado para ocupar un espacio completamente vacío en el sector: el de las pickups eléctricas baratas, con un enfoque utilitario y sin lujos. Según la compañía, el precio de partida del vehículo será inferior a los 25.000 dólares tras aplicar las ayudas, una cifra significativamente menor a la de cualquier otro pickup eléctrico del mercado.
La estrategia de la nueva marca se aleja deliberadamente de las promesas futuristas que han caracterizado a otros fabricantes. En su lugar, apuestan por un producto realista, robusto y práctico, pensado para consumidores que buscan una herramienta de trabajo versátil o un vehículo familiar funcional, sin sobrecostes tecnológicos.
Un enfoque pragmático con expectativas realistas
Aunque el éxito en reservas iniciales es notable, Slate sabe que las reservas no equivalen automáticamente a ventas. Casos recientes como el del Cadillac Celestiq o Fisker, que terminó en bancarrota pese a haber anunciado más de 60.000 reservas de su Ocean SUV, sirven como advertencia.
Tesla también ha sido ejemplo de esta volatilidad: a pesar de haber acumulado supuestamente más de dos millones de reservas del Cybertruck, las entregas reales han sido tremendamente modestas hasta el punto de estar literalmente comiéndose el stock.
Producción local y gran capacidad industrial
La startup también ha confirmado que la fabricación del vehículo se llevará a cabo en Indiana, donde la compañía planea instalar una planta con capacidad para producir hasta 150.000 unidades anuales a partir de 2027. La producción inicial del modelo arrancará en algún momento del 2026, lo que supone un desafío.