No sabemos si estamos ante una crisis o una transformación magistral, lo que sí que sabemos es que Jaguar paralizó su producción, sus ventas se desploman un 97%, pero el futuro podría ser más prometedor de lo que parece.
Las recientes cifras publicadas por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) han provocado una ola de titulares alarmistas: Jaguar ha visto caer sus ventas un 97,5% en Europa en abril de 2025. En mayo, la situación apenas mejoró, con una reducción del 93,6%. A nivel global, las ventas acumuladas presentan una disminución del 77,8% respecto al mismo periodo de 2024.
¿Estamos ante el colapso definitivo de una de las marcas más icónicas del Reino Unido?
La verdad detrás de las cifras: Jaguar detuvo su producción en 2024
Este desplome no fue producto de una caída inesperada en la demanda ni de una crisis interna. Al contrario, Jaguar detuvo deliberadamente la producción de todos sus modelos a finales de 2024 como parte de su ambiciosa estrategia de transformación: convertirse en una marca 100% eléctrica y de lujo.
Mientras muchos fabricantes siguen con lanzamientos híbridos y planes escalonados, Jaguar ha optado por una ruptura drástica. Desde principios de 2025, los concesionarios están vacíos o cuentan con un limitado stock.
Rebranding y reinvención: Jaguar apuesta por el futuro eléctrico
Durante el Investor Day 2025, Jaguar compartió detalles clave que muestran señales de vida más allá de las cifras de ventas:
- El tráfico web aumentó un 110% durante noviembre y diciembre de 2024.
- Los estudios de percepción de marca revelaron que:
- Un 20% más de consumidores consideran a Jaguar una marca por la que vale la pena pagar más.
- Un 23% adicional reconoce estar más familiarizado con Jaguar tras su nueva campaña de marketing, campaña que abusa de lo Woke y que ha traído más críticas que clientes, sobre todo si tenemos en cuenta que el fabricante despreció literalmente a su clientes más clásicos.
Todo esto refuerza la idea de que el parón de ventas no es sinónimo de abandono del mercado, sino una pausa estratégica para reinventarse completamente.
¿Fracaso o reinicio? El verdadero desafío está por venir
Si bien el impacto inicial puede parecer devastador, la verdadera prueba para Jaguar llegará cuando lance su nueva gama de vehículos eléctricos de lujo, prevista para 2026. La marca se enfrentará al reto de reposicionarse a un precio más alto y competir directamente con firmas mucho más caras.
Este tipo de movimientos conllevan riesgos. Detener la producción sin un relevo inmediato es una estrategia poco convencional, pero si la jugada resulta exitosa, Jaguar podría protagonizar uno de los regresos más sorprendentes de la industria moderna, ahora bien, si no lo hace, seguro que ruedan cabezas en su cúpula
Aunque un desplome del 97% en ventas parece el preludio del fin, en el caso de Jaguar se trata de una apuesta a largo plazo. No estamos ante un colapso, sino frente a una demolición controlada y valiente hacia el futuro de la movilidad.
La pregunta clave no es si Jaguar ha fracasado, sino: ¿logrará convencer a los consumidores con su próxima generación de vehículos eléctricos?