Como ya sabrás, hay una auténtica guerra comercial entre Estados Unidos y China, Estados Unidos y la Unión Europea, la Unión Europea y China y todo porque nadie quiere hablar claro, China ha despegado tecnológicamente y el resto de países ahora van a rebufo, algo que no quieren hacer.
Para “fastidiar” a la industria China de coches eléctricos, en Europa se inventaron unos aranceles adicionales que obviamente pagan los compradores y como respuesta para “fastidiar” a la industria europea, en China han anunciado subidas de impuestos.
Sí, China ha anunciado un aumento significativo de su impuesto al consumo para automóviles de lujo, reduciendo el umbral mínimo de precio y, por primera vez, incluyendo vehículos eléctricos puros (EV) dentro del mismo. Esta medida se interpreta como un respaldo a las marcas chinas de lujo y una presión adicional sobre los fabricantes alemanes que tradicionalmente dominan este segmento del mercado.
Cambios clave en el impuesto al consumo de lujo
Según el anuncio del Ministerio de Finanzas de China, a partir del 20 de julio el umbral del impuesto al consumo de vehículos de lujo se reducirá de 1.3 millones de yuanes a 900.000 yuanes. Para que te hagas una idea, han bajado la base imponible de 155.499 euros al cambio actual a 107.647 euros al cambio actual. Ojo, porque estos pecios no incluyen el IVA equivalente aplicable.
Esta nueva política abarca todos los tipos de motorización: vehículos a gasolina, eléctricos puros y vehículos con celdas de combustible para literalmente no dejar títere europeo con cabeza.
Impacto directo en el mercado de lujo
Con la modificación, todos los vehículos con un precio de venta al público superior a 121.641 euros al cambio actual estarán sujetos al impuesto, comparado con el anterior límite de 175.678 euros.
En la primera mitad de 2025, se vendieron 37.000 coches de lujo en China que superarían este nuevo umbral, de los cuales un 89% eran de combustión interna. Mercedes-Benz lidera el segmento con un 48% del mercado (16.000 unidades), seguido por Land Rover (23%), Porsche (18%), Lexus (8%) y Bentley (3%).
Más presión sobre los fabricantes extranjeros
La medida ha sido percibida como lo que es, un golpe a las marcas extranjeras, especialmente alemanas, cuyos vehículos dominan las ventas en este rango de precios.
Según expertos chinos del sector, el margen de beneficio existete en estos modelos es inferior al 10%, lo que sugiere que el coste adicional generado por el impuesto no se asumirá por las marcas y podría trasladarse al consumidor final, afectando aún más a las ventas en un mercado ya muy debilitado.
Una oportunidad para las marcas chinas de lujo
El cambio también coincide con el rapidísimo crecimiento de marcas nacionales que están desarrollando coches eléctricos de lujo. Modelos como el ET9 de Nio, el S800 de Maextro, el 009 Grand de Zeekr o los modelos de YangWang están posicionándose agresivamente en el segmento con unas ventas que crecen mes tras mes.
Según los expertos chinos, esta nueva medida no afectará a los fabricantes chinos, ya que la mayoría de sus modelos están por debajo de la base imponible en China.