Un vídeo viral que ha sido grabado en China ha incendiado las redes sociales y ha puesto en el centro del debate una controvertida innovación en el sector de los coches eléctricos: un sistema que eyecta súbitamente la batería de un coche eléctrico en caso de incendio para evitar que el fuego se propague al habitáculo y dañe el vehículo o a sus ocupantes.
Aunque la idea busca aumentar la seguridad de los ocupantes, los expertos y usuarios señalan que podría convertirse en un riesgo mortal para el resto del tráfico y los peatones.
La demostración que incendió las redes
La prueba se difundió en redes sociales chinas y muestra cómo una enorme batería es lanzada desde un SUV coche a varios metros de distancia, donde posteriormente es cubierta con mantas ignífugas por personal de seguridad. Según medios locales, el sistema funciona como una especie de “airbag para baterías”, capaz de disparar el módulo en menos de un segundo y proyectarlo entre 3 y 6 metros.
Un peligro en potencia para las carreteras y sus usuarios
Aunque el objetivo declarado es proteger a los pasajeros de incendios o explosiones, las críticas no tardaron en llegar. Una batería de cientos de kilos lanzada puede convertirse en un proyectil letal si impacta contra otro vehículo o contra personas en la vía. Además, los especialistas han querido subrayas que en accidentes graves donde la estructura podría quedar deformada, el sistema podría dejar de funcionar.
¿Quién está detrás del polémico experimento en los coches eléctricos?
La prueba habría sido organizada por el China Automotive Collision Repair & Technology Research Center durante un evento denominado “Power Battery Launch Technology Demonstration and Exchange Meeting” el 19 de septiembre de 2025.
Si bien el prototipo utilizado parecía un iCar 03T, Chery negó cualquier vínculo con la demostración, aclarando en redes sociales: “Esto no tiene nada que ver con iCAR”.
La lucha contra los incendios en los coches eléctricos
Los incendios de baterías en vehículos eléctricos siguen siendo uno de los mayores retos para la industria a pesar del reducido número de incidentes. A diferencia de los motores de combustión, el litio es difícil de apagar una vez que entra en reacción térmica. Por ello, fabricantes e ingenieros trabajan en nuevas celdas más resistentes, sistemas de refrigeración más avanzados y protocolos de emergencia para los bomberos.