El fabricante de coches eléctricos fue dando tumbos hasta que se declaró en bancarrota. Ahora, Wanxiang se ha hecho con los activos restantes por 149.2 millones dólares en una subasta celebrada este mismo fin de semana.
La compañía china ganó la licitación contra Hybrid Tech Holdings, una empresa de Hong Kong y eso que esta se alió en último momento con Boston Power con el fin de reunir mayor capital para la compra.
La oferta de Wanxiang incluye 126.2 millones de dólares en efectivo y 8 millones de dólares en los pasivos asumidos, según informa Automotive News.
Wanxiang también es dueño de la empresa que suministraba las baterías para Fisker hasta que terminó la producción.
Lo último que sabemos al respecto de lo que queda de Fisker es que el ganador de la subasta en realidad no tendrá acceso al nombre de Fisker ni a su logotipo debido a que otra marca llamada Fisker Coachbuild LLC es la que en realidad tiene todos los derechos de la marca mixta (logo+nombre). El Juez estadounidense encargado de recuperar la deuda de Fisker tendrá que aceptar el resultado de la subasta el próximo 18 de febrero.