Nada menos que 103 coches se reunieron en Summernats (Canberra, Australia) para recibir el año de la forma más salvaje posible. Con el mismo gusto entre propietarios por el olor a goma quemada, estos entusiastas de la “quema de ruedas” además de pasárselo en grande establecieron un nuevo récord Guinness.
Cabe mencionar que de los 107 coches citados para el evento sólo 103 fueron certificados según las normas que estipulan que el burnout tiene que durar al menos treinta segundos sin interrupciones.