Desde Rountrack nos llegan un par de vídeos de lo que a primera vista podría parecer únicamente un Subaru BRZ tuneado. Pero no, no nos gustan las cosas tan simples y la unidad que aparece en el vídeo viene con sorpresa bajo el capó.
El vehículo en cuestión, creado por JUN Auto, se nos presenta con un kit de carrocería pintado en amarillo chillón y unas llantas de color blanco al más puro estilo racing que convierten al bonito BRZ en una especie de híbrido entre Bumblebee el de Transformers y los coches de Scalextrix con los que todos jugábamos de pequeños. Obviando la fachada y haciendo caso a aquellos que dicen que la belleza está en el interior, sorprendámonos con la última creación del preparador neozelandés Synergy Power. Como se puede ver el vídeo, al levantar la tapa del capó nos encontraremos con nada menos que un propulsor V8 desarrollado a partir de ¡Dos motores de Kawasaki Ninja!
Pero no resulta impactante solo por eso, sino por las prestaciones que es capaz de desarrollar este Subaru BRZ con ellos. El resultado de esta peculiar unión es un motor de 2,4 litros que desarrolla una potencia total de 362 CV a 10.300 rpm y cuya zona roja empieza en las 11.600 rpm. Sí, una auténtica locura, pero mola. Y lo más sorprendente es que han hecho tan buen trabajo que tanto la transmisión como los medidores, el control de crucero y los controles de transmisión y estabilidad siguen funcionando. ¿Os sobran 70.000 dólares? Por ese precio podéis haceros con un juguete de estos.
