La temporada pasada vivimos un final de campeonato apasionante, con cinco pilotos luchando por el título. Tres de ellos ya eran campeones del mundo: Alonso, Hamilton y Button; y los dos restantes Vettel, la joven promesa alemana llamada a emular a Michael Schumacher, y Webber, hombre experimentado con una larga trayectoria en el gran circo y que muy posiblemente disfrutaba de una de sus últimas oportunidades de coronarse.
Sin embargo, lo que para el espectador fue un desenlace de lujo, en casa de Red Bull supuso más de un quebradero de cabeza. Sebastian gozó desde el principio del apoyo incondicional de Christian Horner y los suyos, muchas veces en perjuicio de Mark que, gracias a su regularidad, mantuvo intactas sus opciones en todo momento. La rivalidad fue más allá de las pistas y ambos pilotos llegaron a no dirigirse la palabra. Finalmente, Vettel logró el título de pilotos y la marca de la bebida austriaca se alzó con el mundial de constructores, pero su trato de favor pudo costarles bien caro si no hubiese sido por la nefasta planificación de carrera de Ferrari en Abu Dhabi.
Este año, en el box de Red Bull han querido ahorrarse sustos desde la primera carrera, señalando claramente al alemán como jefe de filas, y siendo la tónica habitual verle ganar grandes premios, mientras que Webber lucha por subir al podio. ¿Casualidad? Quien sabe… En China incluso, el australiano quedó fuera en la Q1, algo impropio teniendo en cuenta el monoplaza que pilota. No obstante, como se suele decir, la carrera es el domingo, y ahí Webber demostró todo su potencial llegando a la meta en tercera posición. Tras semejante remontada, quedan algunas preguntas en el aire que desde aquí os lanzo, ¿seguirá siendo Vettel tan superior a su compañero de equipo? O por el contrario, ¿ volverá a haber guerra de pesos pesados en casa de Red Bull
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Massa esta muy flojo… desde el percance no es el mismo
si, parece que no amortiguó bien el golpe….