La carrera de las 24 horas de Le Mans ha ido incorporando numerosas innovaciones desde su edición inaugural en 1923. No hay otra disciplina del automovilismo de competición en la que la creatividad de los ingenieros se vea tan recompensada como en esta prueba, ya sea en términos de diseño como de ingeniería o materiales.
Le Mans desde su inicio es un gran laboratorio de pruebas en el que las marcas prueban su tecnología en condiciones extremas.
Hace tiempo os hablamos de las innovaciones que una marca como Audi puede desarrollar y probar en Le Mans pero hoy nos centramos en Michelin.
¿Sabías que un neumático en Le Mans soporta temperaturas de unos 100 °C, una fuerza media en las curvas de 3,5 G y 6.500 deformaciones por vuelta?
Si el neumático supera esta dura prueba, su tecnología se aplicará posteriormente a los productos para la calle que aunque cuenta con datos menos espectaculares, no dejan de sorprendernos.
Sabías que…
A 80 km/h, cada elemento de la banda de rodadura (parte del neumático en contacto con la carretera) tiene menos de un milisegundo para guiar al vehículo, acelerar y frenar.
Al pasar por un bache o subirse a la acera, ciertas zonas del neumáticos se deforman más del 150%.
En verano, en una autopista, mientras que la temperatura exterior es de 30º C, el neumático funciona a 80° C.
Durante una maniobra de evasión, el neumático que se encuentra en la zona exterior del giro debe soportar una sobrecarga de más de 500 kg.
¿Curioso?
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