La FIA ha introducido este año modificaciones en la normativa con vistas a fomentar los adelantamientos y el espectáculo, y esta vez podemos decir que al menos van bien encaminados. Si bien otros años las medidas que se tomaban no resultaban útiles en la práctica, lo cierto es que al menos el DRS o alerón móvil trasero está jugando un papel importante en el inicio de temporada. Ahora bien, lo que propicia adelantamientos no es su implantación, sino el límite impuesto a su utilización, por el cual un piloto sólo puede accionarlo en carrera cuando se encuentre a menos de un segundo de su predecesor. La cosa cambia si hablamos del KERS o los nuevos neumáticos. Las gomas Pirelli se degradan mucho más que las del curso pasado, lo que conlleva más paradas en boxes; evidentemente la posibilidad de que los mecánicos cometan algún error es mayor, pero al espectador lo que le gusta es ver adelantamientos en pista y no en el Pit Lane. En cuanto al KERS, el aumento de potencia que genera es tan sumamente parecido en todos los monoplazas que salvo que un piloto haga un mal uso de él, habitualmente equipara fuerzas entre el que “ataca” y el que se “defiende”.
Tras el paso por Australia, dónde el DRS no tuvo demasiado éxito, en Malasia pudimos disfrutar de un elevado número de adelantamientos. Todo hacía presagiar que en el GP de China, con una recta trasera de 1,2 kilómetros, veríamos un espectáculo aún mayor. Sin embargo, desde el viernes se limitó su uso a los últimos 902 metros para la carrera (recordemos que en clasificación su uso no está restringido), para finalmente, a última hora dejar la zona de activación del alerón en apenas 750 metros. La percepción general fue que Bernie Ecclestone había errado en su decisión de acortar dicha distancia, y que con ello la efectividad de DRS se vio sumamente mermada. Veremos que ocurre en futuros circuitos, pero sería una pena desperdiciar semejante filón para los adelantamientos.
Como anécdota, queda apuntar que Fernando Alonso sufrió el enésimo problema en lo que va de año, y llevó toda la carrera el DRS mal configurado, por lo que sólo pudo activarlo en una longitud de 500 metros dentro de la recta de atrás. Por el contrario, lo pudo accionar tras la curva cuando perseguía a Michael Schumacher, aunque la FIA no le sancionó por ello, pues concluyeron que le había perjudicado y no había obtenido beneficio alguno.