Si ya es difícil controlar los 620cv de potencia en zonas heladas en un coche de más de cinco metros de largo como el Mercedes-Benz S 65 AMG, imaginaros lo que tiene que ser hacerlo con una tasa del alcohol bastante importante en sangre.Este es el caso que nos ocupa hoy.
Un borracho conducía su flamente Mercedes V12 biturbo a más de 200Km/h por la calles de San Petesburgo, cuando perdió el control del vehículo, se salió de la carretera y se acabó estampando contra una valla metálica. El impacto fue brutal, solamente hace falta ver las fotografías que acompañan el artículo para darse cuenta.
Por suerte, todos los pasajeros que iban esa noche en el vehículo han conseguido sobrevivir. Si no llegan a llevar ese coche, en vez de estar contando un accidente más, estaríamos hablando de cuatro muertes provocadas por conducir bebido.
Espero que a todos nuestros lectores les sepa de ejemplo y así evitar tantas muertes que ocurren todos los años en nuestras carreteras por el alcohol.