Las malas lenguas apuntan a que el próximo Corvette ZR1 será un híbrido con 912 CV (671 kW) de potencia y una elevada cifra de par, pero seguramente los apasionados del motor prefieren algo más… tradicional, una dosis extra de potencia pero sin recurrir a esas moderneces como la electrificación, algo más al estilo Hennessey Performance.
El conocido especialista del mercado de accesorios del automóvil tejano acostumbra a sorprendernos con auténticas salvajadas en las entrañas de todo lo que toca, y la última generación del Corvette no iba a ser menos. Como sabrás, es la primera en equipar motor central y bajo el capó encontramos el poderoso bloque LT2 V8 de 6.2 litros.
Este desarrolla 497 CV (365 kW) y 630 Nm de par. Y si te parecen pocos, tranquilo, porque el paquete de rendimiento de Hennessey eleva la cifra hasta 1.217 CV (895 kW). No hay muchos detalles al respecto, pero la compañía afirma que reconstruirá convenientemente el motor con componentes internos mejorados que incluyen pistones de aluminio forjado y bielas de acero forjado.
El motor también estará equipado con dos turbocompresores, mientras que la transmisión de doble embrague estará «fortificada». Desafortunadamente, todavía tendremos que esperar unos meses, aunque inicialmente Hennessey ofrecerá un sistema de escape de acero inoxidable que promete «un sonido mejorado y un ligero aumento de potencia«.
Más adelante, podemos esperar una versión más racional con 710 CV (522 kW) y, como es habitual, diversas mejoras estéticas para el modelo. Hennessey nos habla de una suspensión ajustable, un sistema de frenos Brembo y un amplio catálogo de llantas y neumáticos. La compañía también ha anunciados sus planes de crear un kit CarbonAero para la carrocería del deportivo.