Tal y como os avanzamos a finales de la semana pasada, Ford se ha visto obligada a realizar una cuantiosa llamada a revisión que afectará a nada menos que 322.000 unidades en Europa.
Al parecer, la llamada a revisión se produce después de haber descubierto que varias unidades del Mondeo, del Galaxy y del S-Max tienen un riesgo potencialmente elevado de terminar siendo devorados pasto de las llamas.
Según hemos sabido, las unidades afectadas corresponden a los modelos anteriormente citados fabricados entre febrero de 2014 y febrero de 2019. Tal y como se detalla en la propia llamada a revisión, el problema radica en la posible fuga de ácido de la batería en el borne negativo de la misma. La fuga de ácido podría causar el deterioro de los cables de conexión y el fallo del sistema que monitoriza la batería, algo que podría causar un sobrecalentamiento de la misma, lo que aumenta el riego de incendio.
De las 330.000 unidades anunciadas, 101.000 corresponden a unidades ubicadas en Alemania y 56.000 unidades en Reino Unido. El resto de mercados europeos sufrirán la retirada de 173.000 unidades.
Según parece, todos los modelos proceden de la factoría que Ford tiene en Almussafes, Valencia.