Normalmente cuando pensamos en el Audi A7 se nos viene a la cabeza un perfil de cliente ejecutivo, con un sueldo generoso y con sus primeras canas brotando. Sin embargo, si le damos algunos cambios queda claro que la berlina de corte deportivo nos da multitud de posibilidades para dejar de lado ese estereotipo tan arraigado. Ya hemos conocido la nueva generación del A7, con una mirada más afilada y sobre todo una zaga más atrevida, sin embargo su antecesor sigue atrayendo miradas, más aún si añadimos los elementos y piezas correctos que podemos encontrar en el infinito mercado de accesorios.
Este ejemplar de la primera generación ha recibido una pintura azul mate que contrasta con el color negro de su gran parrilla frontal o las tomas de ventilación. En el lateral encontramos algunos gráficos firmados por Z-Performance, la compañía que ha fabricado el juego de llantas que equipa, unas ZP.Forged 2 de 21 pulgadas que no pasan desapercibidas.
Además podemos elegir entre una amplia gama de tamaños y colores para personalizarlas a nuestro gusto, pero lo que realmente llama más nuestra a atención es el nuevo kit de carrocería que equipa esta unidad. Todo el conjunto ha rebajado su altura notablemente para obtener un aspecto más deportivo y agresivo, lo que convierte a este A7 en un auténtico tuning más que en un coche aburrido de un ejecutivo.