Si hace poco os comentaba que 2016 fue el año de las llamadas a revisión, el futuro de cara a 2017 tampoco resulta muy prometedor, y es que algunas marcas ya llevan varios meses preocupándonos con el tema. Es el caso de Maserati, quien el pasado mes de diciembre llamó a revisión a toda su gama en los Estados Unidos por problemas en sus cámaras de visión trasera e incluso tuvo que paralizar las ventas del Ghibli y el Quattroporte a causa de una tuerca mal apretada en el diferencial trasero.
Por si fuera poco, en enero de este mismo año -el mes pasado-, 1.515 unidades del Maserati Levante también tuvieron que ser retiradas del mercado por un problema de software en la transmisión, mientras que este mismo mes el fabricante italiano ha tenido que llamar a revisión también en los Estados Unidos a nada menos que 39.381 vehículos por un posible riesgo de incendio.
Concretamente, la campaña 17V046000 de la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) revela que «el ajuste eléctrico de los asientos delanteros puede hacer que el cableado se rompa provocando un cortocircuito«, lo que podría traducirse también en un incendio que afecta a casi 40.000 unidades del Quattroporte, el Ghibli y el Levante fabricados entre 2014 y 2017. Además, la campaña 17V045000 revela que otras 10.879 unidades de Ghibli y Quattroporte de 2014 y 2015 están siendo investigadas por fugas de combustible.
28.235 unidades fueron llamadas a revisión hace casi un año en los Estados Unidos por la mala sujeción de las alfombrillas, las cuales se quedaban atascadas entre el suelo y el pedal del acelerador y podían provocar aceleraciones involuntarias.
Está claro que no es ni mucho menos la mayor llamada a revisión de la historia, pero el fabricante italiano debería preocuparse por su reputación al otro lado del Charco, ya que un enorme volumen de unidades vendidas ha sido llamado a revisión en los últimos meses.
Rubén GA!!!!!!!!
No es de extrañar, Fiat llama cada dia y el de en medio a otros tantos y no es ya noticia…
Italianos…. solo saben hacer corbatas
Que desastre