Eso mismo debió pensar el creador de las 15 unidades de la versión Sang Noir del Bugatti Veyron, pues decidió crear su propia versión.
El Sang Noir, o Sangre Negra, se ha realizado en fibra de carbono y el color exterior en azul cromado con manchas de iluminación que lo personalizan. El precio de la pintura le ha costado a su progenitor unas 5 veces más de lo que cuesta generalmente, estamos hablando de unos 2.600 dólares.
Una decoración exterior que a nuestro parecer ensucia la bella imagen del Bugatti Veyron, pero para gustos los colores y nunca mejor dicho.