Salvo cambios de última hora, el Ford F-150 en su actual generación no lo veremos por Europa y eso que en el Salón del Automóvil de Detroit se acaba de presentar un lavado de cara que mejora su aspecto exterior, el equipamiento e incluso añade un nuevo motor diésel.
Los cambios estéticos afectan principalmente al frontal en el que se han incluidos unos faros con tecnología LED con nuevas formas. También se ha modificado el aspecto de la enorme parrilla y los paragolpes, logrando un conjunto más imponente que antes. En la zaga se incluyen pilotos LED y otros pequeños detalles han sido modificados.
En el interior hay nuevos materiales para recubrir las distintas superficies mientras que el equipamiento estrena sistema de visión 360º, alerta de cambio de carril, sistema de sonido de altas prestaciones, detector de peatones, sistema de frenada automática en ciudad, etc.
La gama de motores estrena un bloque de tres litros diésel de la familia Power Stroke que garantiza consumos más ajustados y unas prestaciones más que correctas. La gama de gasolina cuenta con los 3.3 V6 como alternativa más refinada, los 2.7 y 3.5 Ecoboost para los que buscan un excelente equilibrio, y el imponente 5.0 V8 para los que quieren unas prestaciones elevadas. Todos ellos se han actualizado para aumentar el refinamiento mecánico.
La nueva gama F-150 comenzará su andadura comercial en Estados Unidos en las próximas semanas y promete mantener el éxito de los anteriores, siendo uno de los modelos más importantes de la marca para este país.
Juan Jose Marin Garcia