Puede sonar a que Steven Spielberg está metiendo la mano en el asunto, pero la verdad es que estamos hablando de algo que puede convertirse en realidad en los próximos años.
El concepto es bastante simple y en él debemos de incorporar una máquina que se utiliza para crear un objeto de acuerdo con el diseño de un archivo informático, esta máquina es la impresora 3D. El único límite es la imaginación de la industria del motor, y su voluntad de llevar las cosas adelante y ofrecer, previo pago de su importe, los planos o archivos de cada una de las piezas.
Con el nombre de ‘Blade’ y creado por varias microfábricas en potencia llamadas impresoras 3D, este coche utiliza el tipo de tecnología que busca revolucionar el costoso y complejo proceso de la construcción de automóviles. Se busca un proceso ecológico, económico y rápido y esta puede ser la alternativa perfecta.
Mediante el uso la impresión 3D, Kevin Czinger ha creado un interesante chasis y una carrocería compuesta por unas piezas que según la revista Forbes son casi imposibles de realizar utilizando maquinaria o tecnologías tradicionales.
Si te preocupa la seguridad tienes que saber que las uniones y la estructura han sido probadas una y otra vez y han demostrado ser fiables y muy resistentes ante impactos de todos los tipos.
El objetivo es reducir radicalmente el peso, el consumo de energía, la contaminación y los costes de fabricación y sí, lo han logrado.
Con un motor de 700 CV bajo el capó y un peso de menos de 635 Kg, este superdeportivo es una auténtica obra de ingeniería fruto de la impresión 3D y si no lo crees, mejor que veas el siguiente vídeo.