Todos aquellos que seáis aficionados a la Fórmula 1 estaréis de acuerdo conmigo en que la aerodinámica y la potencia del coche son elementos esenciales a tener en cuenta de cara a la competición, pero mucho más importante que todo eso son los frenos, pues de ellos depende ya no solo una buena clasificación, sino la integridad del propio vehículo y su piloto.
Los Fórmula 1 son increíblemente rápidos y, por suerte, son igual de increíbles en las frenadas, sometiendo a los pilotos en muchas ocasiones a deceleraciones superiores a 5G. Por ello, fabricantes como Brembo someten sus sistemas de frenado a las pruebas más exigentes, como se puede ver en este vídeo donde los discos se ponen incluso incandescentes al alcanzar temperaturas de hasta 750ºC.
En realidad, un Fórmula 1 tiene un sistema de frenado muy similar al de un turismo -mucho más potente lógicamente-. Cuentan con frenos de disco y unas pinzas accionadas por un doble circuito hidráulico que separa el eje delantero del trasero, contando con varias medidas de seguridad para evitar que un fallo bloquee el sistema al completo. Si queréis saber todos los detalles acerca de los frenos de disco cerámicos, en Autonoción.com os hemos hablado de ellos en profundidad anteriormente, al igual que de los diversos tipos de frenos de tambor. Podéis consultarlos pinchando sobre los enlaces.