Si eres un amante de Porsche y un enamorado de los nueveonce, este Porsche 911 GT2 Evo de 1996 seguramente te dejará con los pelos de punta, y ahora gracias a la empresa de subastas Mecum Auctions podrá ser tuyo, aunque nadie dijo que fuera a ser barato…
Este modelo tan raro como exclusivo fue fabricado únicamente para propósitos de homologación en la GT1, y podría ser descrito perfectamente como lo más parecido a un coche de carreras que puedes puedes conducir de forma legal por las calles de tu ciudad. Algo que eleva aún más su exclusividad es que tan sólo se fabricaron 11 unidades de este 911 GT2, además de sólo tener unos 7.000 kilómetros en el marcador.
Bajo el capó tampoco deja de asombrarnos, con un motor bóxer de seis cilindros y 3.6 litros biturbo refrigerado por aire desarrolla nada menos que 600 CV y un par máximo de 664 Nm con una velocidad máxima de 305 Km/h, unas cifras que si hoy en día son escalofriantes hace una década lo eran mucho más. Con su cambio manual de seis velocidades promete enamorar a todo amante más purista de los deportivos auténticos, que son toda una caja de emociones constantes y adrenalina al volante.
Tanto por dentro como fuera la palabra que nos inspira este 911 es «radical«, en su exterior nos deja claro desde un primer momento que no estamos ante un Porsche cualquiera. Su prominente alerón trasero es de infarto, así como su parachoques delantero con su spoiler y las entradas de aire para la refrigeración del aceite o sus llantas doradas multiradios.
Todo lo que puedes ver es 100% original lo que aumenta aún más si cabe la cotización de esta unidad digna de museo. Mecum Auctions es el encargado de subastar esta joya que promete alcanzar cifras astronómicas en la puja, se estima que entre 1,25 y 1,75 millones de dólares algo nada extraño en un mundo donde otros modelos superan con holgura los dos millones de euros. La subasta se llevará a cabo entre el 2 y 5 de Noviembre en Dallas (Texas) y estamos seguros de que las estimaciones se verán superadas el mismo día ante un modelo único y que es deseado por muchos coleccionistas que no dudarían ni un segundo en firmar un cheque en blanco.
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