Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Gama mecánica
Comportamiento
Dirección
Relación valor-precio
7.7
Notable
El Infiniti QX30 aterriza en el cotizado segmento C SUV premium con los deberes bien hechos. Puede presumir de una impactante estética, excelentes acabados y un comportamiento notable. No es más caro que sus rivales directos a nivel de motorización y acabados, pero teniendo en cuenta que solo existe una opción mecánica con 170 CV y dos posibles terminaciones muy equipadas, su precio resulta algo elevado. Aun así, se posiciona como una alternativa real muy dura para el trío alemán ya conocido (GLA, X1 y Q3) y el Volvo V40 Cross Country.
El segmento de los SUV compactos es de vital importancia para muchas marcas, especialmente si quieren triunfar en Europa. Desde hace ya tiempo, año tras año son los productos estrella y prácticamente los que mayor volumen alcanzan, algo que obliga a los distintos fabricantes de automóviles a estudiar muy bien el mercado para evitar cometer errores. Este aspecto es, además, crucial para Infiniti, ya que solo en 2016 ha crecido un 108% respecto al año anterior y su objetivo es continuar con una fuerte apuesta que le llevará a presentar un nuevo modelo cada año.
Tened en cuenta que Infiniti es una firma joven con apenas 27 años a sus espaldas, creada por Nissan como respuesta a las marcas alemanas de prestigio. Su éxito fue tal en Estado Unidos que pronto iniciaría su expansión internacional a la conquista de esos usuarios ya cansados de los productos “de siempre”. A Europa llegaron oficialmente en 2008 y desde entonces la gama de modelos ha ido evolucionando adaptándose a los gustos regionales. Si bien con el Q50 lograron entrar en el competido segmento D al ofrecer una berlina de diseño deportivo y elegante, no es hasta ahora cuando de verdad la firma se lo pondrá muy complicado al trío alemán por excelencia con el exitoso Infiniti Q30 y su variante crossover que nos atañe hoy.
El QX30 aterriza en el segmento C SUV dispuesto a robar muchos clientes que anteriormente ponían sus ojos en los BMW X1, Audi Q3, Mercedes GLA y, en cierto modo, también en los Volvo V40 Cross Country. Para no errar en el intento la firma ha puesto sobre la mesa un producto impecable en presentación y dos posibilidades de equipamiento realmente completas, pero desgraciadamente el modelo peca en la gama mecánica al contar únicamente con una motorización diésel de nada menos que 170 CV, algo que probablemente alejará a los compradores más racionales.
Con motivo de la presentación nacional, he tenido la oportunidad de probar el nuevo Infiniti QX30 2.2d con el acabado Premium Tech, el más alto de la gama, y lo cierto es que es un modelo que destaca por comportamiento en muchos aspectos, aunque como todo en esta vida, también tiene sus pegas. ¿Damos un repaso a sus principales virtudes y defectos?
PRESENTACIÓN
Hasta ahora Infiniti ha estado moviéndose en cifras de negocio bastante bajas, convirtiéndose en una marca bastante exótica. Esto no quita para que muchos usuarios sepan de su existencia y muestren interés en ella pero arrancando con el Q50 en un segmento D que ya parte de unos precios importantes para una economía como la española, pues es lógico que no hayan terminado de alcanzar una cuota de mercado considerable.
Con el Q30 y el QX30 todo esto debería quedar en el olvido. A una estrategia comercial muy agresiva hay que sumar un producto que tras probarlo te termina enamorando… Convence por calidad y presentación, cautiva a sus mandos y juega con una estética impactante para ir rompiendo corazones. Además, en el caso del QX30, los más aventureros cuentan con ciertas ventajas a su favor, como son una mayor altura libre al suelo (20’2 cm, siendo 30 mm más alto que el Q30 Premium y 45 mm más alto que el Q30 Sport) y la tracción total de serie.
Si el público finalmente reacciona como debería y al menos les da la oportunidad a los Infiniti Q30 y QX30 colocándolos en el listado de candidatos creo que sería factible alcanzar niveles cercanos a las 3.000 unidades al año sin problemas. Al fin y al cabo la estrategia que sigue la marca con ambos modelos está enfocada al volumen.
Durante la rueda de prensa los responsables de la firma dejaron claro que no hay previsión de ventas alguna para España. Al ser un vehículo fabricado en Europa (concretamente en Reino Unido), no hay problemas con el abastecimiento y además se puede adaptar mucho mejor la producción a la demanda. Sí se dejó caer que esperan triplicar los datos de matriculaciones en nuestro país para este 2016 respecto al año pasado, lo que implicaría pasar de 496 unidades a unas 1.500 (1.200 según pronostica ANFAC).
Tal y como puedes ver en las fotos, el Infiniti QX30 tiene una presencia impactante, aunque también es cierto que las diferencias estéticas con el Q30 son muy reducidas, como explicaré a continuación. Independientemente de que guste más o menos lo que está claro es que la estampación de las puertas y los acabados denotan mucho trabajo y esmero, algo que lógicamente pasa factura y hacen de este SUV compacto un coche caro de producir. Lo reconocen en Infiniti y también afirman que sí fabricar más caro es necesario para conseguir captar la atención de los usuarios, pues no hay más remedio que hacerlo.
En términos de diseño destaca esencialmente en el frontal la rejilla de doble arco, escoltada por dos ópticas inspiradas en el diseño del ojo humano y que equipan faros autonivelables LED con sistema de iluminación adaptativa. En la vista lateral, por su parte, encontramos unos flancos de marcadas líneas que se complementan en la zaga con unos montantes traseros con forma de media luna. Son, por ejemplo, específicos del QX30 las protecciones plásticas que rodean la carrocería y los rieles de serie sobre el techo para darle ese aire crossover que tanto seduce al público en la actualidad.
CUIDADO POR EL DETALLE
Es cierto que el Infiniti QX30 puede gustarte más o menos, pero existe una gran diferencia entre verlo en imágenes y verlo en persona. Al natural resulta mucho más proporcionado, los pliegues, nervios y curvaturas de su carrocería en vivo destilan elegancia y deportividad, y a pesar de ser un compacto muy largo con 4,425 metros de longitud, disimula bien su tamaño.
Independientemente del nivel de terminación elegido, incluyen molduras cromadas con efecto “frío” de calidad, muchos detalles pintados en negro brillante para evitar que el plástico haga acto de presencia como tal y las luces diurnas por LEDs cuentan con un dibujo muy personal. En este caso, dado que los dos niveles de acabado son bastante completos, no deja en opción algunos elementos que deberían ser de serie como sí ocurre en el Q30, pero si nadie se queja en Audi, BMW o Mercedes, no veo motivo para que en Infiniti sí. Esto lo digo por la ausencia de llantas de aleación o antinieblas de serie en el modelo base.
Por ese origen en común en el interior muchos elementos son ya conocidos. Por ejemplo la instrumentación, mando de encendido de luces, botones de elevalunas, espejos y asientos eléctricos, situación del freno de estacionamiento y mandos de climatización son idénticos. También lo son el plafón del techo, los asientos en las versiones deportivas…
En definitiva, mucho en común para conseguir la siempre buscada economía de escala. Lógicamente cuando uno toma elementos de una firma como Mercedes tiene garantizados unos niveles de calidad notables, dándole valor añadido al QX30 si eres uno de esos interesados que no tiene muy claro qué vehículos produce Infiniti.
También hay que dejar claro que el Infiniti QX30 ha tomado del Mercedes Clase A tanto lo bueno como lo malo. Y esto se refiere a la mala colocación de algunos mandos que complican algo su manipulación como el de los limpias (no hay palanca derecha y están todas las funciones apelotonadas en la de la izquierda), las pequeñas levas tras el volante con el cambio automático de siete velocidades o el control de crucero anclado en la caña de dirección.
La sensación de calidad en ambos acabados es muy buena y diría que de las mejores del segmento. Se ha conseguido haciendo uso de plásticos acolchados en la mitad superior del salpicadero y en aquellas zonas sensibles al tacto como puertas y apoyabrazos. También hacen mucho visualmente la moldura central del salpicadero tapizada en piel, los asientos tapizados en cuero napa, la impecable ejecución del guarnecido del techo y los apliques en negro brillante o madera repartidos por el habitáculo.
Q30 VS. QX30
Como os comentaba, son pocos los elementos que permiten distinguir al Infiniti Q30 de su homónimo crossover, aunque también es cierto que no hay que ser un lince para percatarse de los cambios. Las principales diferencias se encuentran en:
- El nuevo diseño de los paragolpes delantero y trasero
- Los faldones laterales integrados
- Unos pasos de rueda ligeramente más altos, con 5 milímetros adicionales
- Unas llantas de 18 pulgadas con nuevo diseño
- Los raíles de techo de serie
- Las molduras plásticas que rodean el perfil inferior del modelo
- Una mayor altura libre al suelo
HABITABILIDAD/MALETERO
A pesar de ser uno de los SUV compactos más grandes con carrocería de cinco puertas, el Infiniti QX30 no es de los más amplios. Goza de unas plazas delanteras suficientemente holgadas para que sus dos ocupantes puedan viajar bien, sin estrecheces ni con el techo demasiado cerca de las cabezas -incluso equipando el techo panorámico-.
Sin embargo en las plazas traseras no hay suficiente anchura para que tres pasajeros adultos puedan viajar más o menos bien, y la cota longitudinal no es tampoco líder en la categoría por lo que los pasajeros de estatura superior “al metro ochenta” ya no se sentirán tan bien tratados. Lo que no admite tacha es el acceso, con unas puertas de generosa apertura que por la forma que dejan facilitan la entrada y salida del vehículo.
La capacidad del maletero es de las más grandes del segmento, con 430 litros mínimos. Si se desea ampliar el volumen se pueden abatir los respaldos traseros. Me ha gustado que el apoyabrazos posterior esté conectado con el maletero, un detalle que te dejará introducir objetos largos sin necesidad de anular las dos plazas laterales traseras. En cuanto a la terminación del maletero, no se pueden poner “peros”, incluyendo iluminación, varias puntos de sujeción y una superficie completamente guarnecida que oculta por completo la chapa.
GAMA Y OFERTA MECÁNICA
Si hay algo por lo que no destaque el Infiniti QX30 es, desde luego, por su oferta mecánica. Únicamente está disponible para el crossover el propulsor 2.2d con 170 CV (125 kW)que va asociado a la caja automática DCT de siete relaciones y la tracción integral (AWD). Este genera 350 Nm de par a lo largo de una “meseta” prolongada (de 1.400 a 3.400 r.p.m.), consiguiendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos. Respecto a los consumos, el motor diésel de 2.2 l es una opción económica, pues presenta un consumo de 4,9 litros a los 100 km y un nivel de emisiones de 128 g/km (en ciclo combinado y con neumáticos de 18”). En todos los casos es de serie el sistema Stop&Start, con el que se consigue reducir un poco el consumo en ciclo urbano.
Otra característica de serie es la disponibilidad de una caja de cambios de doble embrague automática de siete velocidades. Como ya sabéis, el doble embrague preselecciona de forma inteligente las marchas cuando circulamos en Confort o Eco, mientras que en el modo Manual, el conductor puede controlar el cambio de las mismas cuando lo desee a través de las levas ubicadas tras el volante. La verdad es que en este caso la transmisión trabaja realmente bien y proporciona una aceleración impecable a cualquier velocidad y en cualquier marcha, con cambios rápidos por regla general y sin vibraciones molestas.
Respecto a la tracción integral inteligente, la propulsión puede transmitir hasta el 50% de la potencia del motor y del par al eje trasero para preservar la tracción en superficies resbaladizas y en condiciones meteorológicas adversas, mejorando así la sensación de control y la seguridad durante la conducción.
Los niveles de terminación con los que llega también son escasos: una alternativa lujosa con el apelativo Premium, la cual ya incluye sistema de navegación, sensores de aparcamiento traseros y espejos retrovisores calefactados de ajuste eléctrico con plegado electrónico; y el tope de gama, el Premium Tech. Lógicamente, a este último no le falta de nada, equipando faros autonivelables LED, sistema de iluminación frontal adaptativa (AFS), sistema Smart Beam (faros adaptativos), acceso sin llave y manillas de las puertas cromadas, cámara de visión trasera y sensores delante y detrás, luces de ambiente, inserciones interiores, asientos de cuero napa y asientos delanteros regulables con memoria.
Sobre estos niveles de terminación Infiniti propone algunos elementos opcionales y varios paquetes con precios mejorados respecto a lo que costarían los elementos por separado. Techo solar panorámico, sistema de navegación, control de velocidad adaptativo, alerta de cambio de carril, cámara 360º, tapizado en piel, techo panorámico, asistente al aparcamiento o los asientos térmicos son algunos de los elementos que podrás encontrar en la gama QX30.
Por otra parte y, para justificar el alto coste, todos los QX30 incluirán de serie el climatizador automático, paquete off-road exterior, llantas de aleación, paquete cromado, ordenador de viaje, control de crucero, freno de mano eléctrico, elevalunas en las cuatro puertas, sensor de lluvia, encendido automático de luces, antinieblas, barras de techo, tapizado mixto, sistema de sonido integrado, bluetooth, puerto USB, etc.
Los precios recomendados quedan de la siguiente manera:
Motor |
Premium |
Premium Tech |
2.2d 170 CV 7DCT AWD |
39.990 € |
44.500 € |
Ficha técnica
Version | 2.2d DCT AWD |
---|---|
Cilindrada | 2.143 cc |
Potencia | 170 CV (125 kW) a 3.400-4.000 rpm |
Par | 350 Nm a 1.400-3.400 rpm |
Peso | 1.634 kg. en vacío (2.075 kg. en bruto) |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.425 mm / 1.815 mm / 1.515 mm |
Volumen Maletero | 430 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 8,5 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D. |
Velocidad máxima | 215 km/h |
Consumo homologado | 6,0 / 4,3 / 4,9 l/100 km (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 128 g/km de CO2 |
Precio de partida | 39.900 euros |
EN MARCHA
Una de las mayores virtudes del Infiniti Q30 es su comportamiento dinámico. La firma ha logrado un excelente compromiso entre calidad de rodadura, estabilidad, paso por curva y sensación de solidez, situándose entre los mejores por su equilibrio. La mayor altura libre y del conjunto no pasa factura a sus mandos y se siente tan bien pegado al suelo como el mejor de los compactos, demostrando de nuevo que con muchas horas de estudio los ingenieros son capaces de conseguir una buena pisada pese al ligero aumento del centro de gravedad.
Eso sí, todo ello también repercute en una suspensión algo más firme de lo habitual. Con un sistema MacPherson en el eje delantero y Multi-link en el trasero, el Infiniti QX30 resulta demasiado duro a la hora de circular sobre firmes irregulares y zonas plagadas de badenes. Resulta muy cómoda y dinámica en carretera, pero ojo, cuando vamos por una autopista en perfecto estado. En cualquier caso, cabe recordar que esto es algo por lo que siempre han destacado los nuevo Mercedes-Benz Clase A, CLA y GLA en sus versiones deportivas.
Sin duda alguna esta mecánica resulta una alternativa que encantado tendría yo en el garaje. El motor tiene un funcionamiento suave y aunque las prestaciones quizás no sean de escándalo, corre bastante y es capaz de realizar adelantamientos con mucha seguridad. Por su parte, la dirección asistida acompaña en todo momento con una calibración excelente, permitiendo el guiado en tramos virados de manera sorprendente, sin necesidad de correcciones. Y es que este QX30 es ágil, divertido y muy eficaz a pesar de no ser especialmente ligero.
La caja de doble embrague no me ha parecido la mejor de la categoría pero destaca por suavidad. En algunas ocasiones he echado de menos algo más de rapidez (cuando se aprieta a fondo el acelerador no siempre la reacción es inmediata). Sí me ha gustado más a la hora de estacionar, sin ser brusca y permitiendo una dosificación casi al nivel de una caja manual. En lo relativo a la tracción total, apenas se nota su entrada en funcionamiento cuando circulas algo más ágil de lo normal (no pudimos probarla en territorio off-road), pero sí percibes ese plus de seguridad a sus mandos.