Hace unos días os comentamos que el CEO de Bentley, Dr. Wolfgang Schreiber había confirmado que la marca está preparando y desarrollando una idea que lleva rondando desde hace ya años la cabeza de los directores de desarrollo de Bentley, la de un sistema híbrido para el cada vez más cercano SUV.
Schreiber dijo que el SUV de Bentley está siendo diseñado para recibir un sistema híbrido en 2017, sistema de propulsión que llegará al mercado justo un año después de que el modelo sea puesto a la venta. Probablemente, este sistema híbrido se extienda al resto de la gama, aspecto que no nos ha extrañado debido a que las normativas anticontaminación están fulminado a la “antigua escuela de motores”.
Ahora nos llegan noticias que a más de uno le harán saltar y colgarse de la lámpara del salón. (Igual que cuando os comentamos que Maserati emplearía la misma tecnología)
Sabemos que cuando Porsche empezó a montar los motores diésel en su Cayenne y en su Panamera (enfermedad que se ha extendido al recientemente presentado Macan), muchos detractores del combustible se levantaron en armas contra la marca. Porsche se aseguró de que las motorizaciones diésel dejasen la etapa de sonidos de “tractor” atrás y ofreciesen un sonido lo más parecido posible al de un motor de gasolina convencional.
Hasta aquí todo queda como antes, sin embargo, la otra marca de lujo dentro del grupo Volkswagen quiere hacer más o menos lo mismo, y ahora, hablamos de Bentley.
Según el consejero delegado del Grupo, Martin Winterkorn, que el diésel entre en Bentley es un hecho, pero no será un V10.
Esperando a que no nos pongan un cuatro cilindros en el catálogo de la marca…, las únicas alternativas que más nos cuadran son un V8 o un V12, aunque nos decantamos más por el V8.
No hay información específica sobre qué modelos podrían acoger en su catálogo a las motorizaciones diésel, lo que sí que sabemos es que ahora la marca sí que podrá poner la chapita de TDI en la tapa del maletero…
Jajajaja será broma